Rosa María Flores Morales

  Badiraguato (municipio)

Me recibió en la oficina de la dirección de la escuela Federal Tipo, Lázaro Cárdenas del Río, turno vespertino, con una sonrisa fresca. Lucía una bufanda multicolor y un traje tipo sastre azul. Se le observaba jovial. Observé sus ojos vivaces moverse constantemente; poco a poco fue hilvanando los recuerdos. Sus manos jugueteaban con sus lentes, mientras charlábamos sobre su vida laboral de más de cuatro décadas.

Rosa María nació en Tameapa, el 30 de agosto de 1946. Sus padres fueron Florentino Flores Corrales y María Morales, ambos originarios de esa comunidad. Sus hermanos son Dolores, Luz y Leonel. Se crió en el seno de una familia integrada y sólidos principios, donde se practicaban valores de respeto y honestidad. En esa charla la maestra me comentó que su infancia fue feliz, era la más chica de sus hermanos y siempre se sintió protegida por sus hermanos.

En ese encuentro recordó con nostalgia los juegos de su infancia y las veces que la llevaron a cantar a los estudios de la estación de radio XENW, cuando cursaba preescolar.

Me sigue gustando el canto, la música y la danza. La música romántica, el bolero y la clásica. De niña aprendí mil canciones; soy una mujer realizada en todo lo que me he propuesto, tengo mucho que agradecer, tengo salud, un esposo y una hija, qué más puedo pedir

Expresa mientras sonríe.

Después de terminados sus estudios de primaria y secundaria en el Colegio Sinaloa, sus padres y su tía Regina Morales, la orientaron para que ingresara a la Escuela Normal de Sinaloa. Nunca pensó en ser maestra, pero consideró que fue lo mejor que le pudo haber pasado en la vida. Ahí conoció la disciplina y la rectitud de los maestros: Agustina Achoy, Felipe Ramírez, Luz López Meza, Claudio Meza Vidales, Héctor Manuel Sotelo Barreda, Martha Arteaga de Monjaraz, Angelina Viedas de Gómez- Blanco, Margarita Rodríguez

esos maestros cuidaban la ortografía y la lectura de manera rigurosa…Fue una experiencia maravillosa, No obstante que ya había realizado mis prácticas docentes en la Escuela Normal, aquello era otra cosa. No sentí temor, jugaba con mis alumnos como una chiquilla, de manera despreocupada, aprendíamos juntos.

Dice con cierta mirada nostálgica.

Entre sus compañeros de la Escuela Normal recordó a Luz María Astorga, Martha Moreno Félix, Aurelia Martínez, Ernesto y Martha Elba Alcaraz Viedas, los hermanos Lim Rivera, Guadalupe Ibarra, entre otros.

Recién egresada, en 1964, recibió su plaza y fue adscrita a la escuela primaria del recién creado poblado de El Tamarindo. Ahí se enfrentó a la realidad, con un grupo de segundo año.

Recién llegada a la comunidad sus compañeros maestros la invitaron a fundar la escuela secundaria, lo que aceptó inmediatamente, impartiendo las materias de Biología y Música. Pasada esa etapa, Flores Morales pasó a prestar servicios en la Escuela Federal Tipo Gral. Lázaro Cárdenas del Río, turno vespertino, en la ciudad de Culiacán, lugar de la entrevista.

Siempre con deseos de superación estudió la especialidad de Biología, en la escuela Normal Superior de Nayarit, titulándose, en 1970. Después llevó a cabo estudios de promotora artística en la ciudad de México (danza, teatro, canto). En la UNAM realizó cursos de laboratorio, así como la especialidad de Físico-Química, en 1982.

Nuestro personaje es toda energía, inquieta por naturaleza; está ocupada todo el tiempo. Por la mañana trabaja en la escuela Federal No. 2 (desde 1973), donde se desempeña como Coordinadora Académica, en el turno matutino, a la vez que imparte Física a tres grupos de tercer grado. Antes había laborado en la Escuela Técnica Industrial No. 1, en la preparatoria del Instituto Americano, Escuela Secundaria Nocturna Reinaldo González, y en otros colegios particulares. Por la noche, hace ejercicio para mantenerse en forma y recibe clase de piano. Es una mujer que ha viajado mucho, conoce su país, América Central, Europa y algunas ciudades de la Unión Americana.

En ese momento comentó que no está lejana su jubilación. A pregunta expresa me contesta, que siente muy bien. Con ganas de vivir. Con nuevos planes para cuando llegue el momento de jubilarse junto con su esposo, que también es maestro. Está preparada para el retiro.

Expresó que una de las satisfacciones de un maestro es la de encontrarse con quienes fueron sus alumnos. Saber que son hombres y mujeres de bien y haber contribuido en parte, en su formación.

Rosa María Flores Morales ha recibido infinidad de reconocimientos, diplomas y homenajes por parte de compañeros y padres de familia; así como las medallas al Mérito Magisterial Rafael Ramírez e Ignacio Manuel Altamirano por sus treinta y cuarenta años de servicio a la educación, respectivamente.

Consideró que los padres de familia, deben cuidar las amistades de los hijos; lo maestros deben valorar su trabajo, es material muy delicado con el que tratamos todos los días. A los niños los invitó ser respetuosos y obedientes con sus padres. En cuanto a la lectura, señaló que es determinante en la formación del maestro y de los niños. Nunca es tarde para empezar a leer, por lo que debemos leer todos los días. Los educadores en la transformación social de Sinaloa, Historias de vida, Teodoso Navidad Salazar, 2017, Toponimia, Geografía e Historia de Sinaloa, tomo 7, Badiraguato-Navolato, 2011, Archivo Histórico General del Estado de Sinaloa.

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