Obispo. Nació en Batopito, municipio de Badiraguato, el 12 de diciembre.
(1825-1887)
Ingresó al Seminario Conciliar y a los veintitrés años recibió las órdenes sacerdotales el 22 de septiembre de 1850, de manos del obispo don Lázaro de la Garza y Ballesteros; Ofició su primera misa en el templo parroquial de Badiraguato. Fue cura de Quilá. Cuyo templo erigió con sus propios recursos. Fue catedrático del Seminario y ascendió a rector en 1854. Con la expulsión del Obispo Pedro Loza y Pardavé, en 1860, se puso al frente de la Mitra por varios años.
Tuvo graves enfrentamientos con el gobierno civil durante el conflicto derivado de la expedición de las Leyes de Reforma que separaron Iglesia y Estado, y que motivó una guerra civil cruenta y larga. En esa época sufrió toda clase de vejaciones por parte del gobernador Plácido Vega “… el general Coronado dio cuenta al gobernador del estado, don Plácido Vega, quien mandó que se presentara en Mazatlán el padre Uriarte.
Esto acontecía en el mes de julio; luego que llegó a dicho puerto acompañado del presbítero Pérez Serrano y de su sobrino el padre Rojo los mandó al cuartel incomunicados, donde estuvieron hasta las tres de la tarde en pie, sin dejarlos mover y sin permitirles ningún alimento ni agua y repitiéndoles que les daría la libertad si entregaban diez mil pesos o todos los documentos relativos a las propiedades eclesiásticas; mas en caso de resistencia los echarían al mar o los desterrarían. Tanto el señor Uriarte como sus dignos compañeros contestaban según el lenguaje de los mártires, “que no podían ni debían acceder ante tales exigencias”. Al regresar de Mazatlán el obispo Loza y Pardavé, en 1864, con el apoyo de los franceses, y al salir nuevamente el titular de la Diócesis, reasumió sus funciones de gobernador de la Mitra, con autorización del general Ramón Corona. En 1868 el obispo Loza y Pardavé fue promovido al arzobispado de Guadalajara, y él fue nombrado décimo obispo de Sinaloa y Sonora por el Papa Pío IX durante el consistorio del 24 de junio de 1869.
Fue consagrado a la catedral de Durango por el señor Salinas el 13 de marzo de 1870 y el 10 de abril de ese año tomó posesión de su alto ministerio en Culiacán. Terminó y consagró la Catedral de Culiacán, que había iniciado en 1842 el señor obispo Lázaro de la Garza y Ballesteros, abriéndolo al culto católico en 1885. Logró la aprobación del Vaticano para que los obispados se dividieran en dos, creándose las diócesis de Sinaloa y Sonora. Se le nombró obispo de la diócesis de Sinaloa, y posteriormente construyó el hospital del Carmen. Al morir, el 26 de mayo de 1887, sus restos fueron llevados a la capilla de dicha institución.
Tomado del libro: Sinaloa, Historia y Destino de Herberto Sinagawa Montoya, 2004
Una respuesta a «José de Jesús María Uriarte y Pérez»;
Buen día, como sugerencia he estado investigando del Dr. Obispo Jose de Jesús María Uriarte y perez, pues el Sr. Ayudo a terminar de construir la catedral de Culiacán Sinaloa, y e debería incluir en su historial que arroja en su página.