Villa fundada por los españoles en 1563 con el nombre de Carapoa, al poco tiempo fue destruida por los indios viéndose los vecinos obligados a defenderse en una guarnición de madera. En 1610 se concluyó casi en el mismo sitio el fuerte que el marqués de Montes Claros, virrey de México, mandó construir para proteger a la población de estos ataques. El 12 de septiembre de 1824 se convirtió en la primera capital del Estado de Occidente hecho simultáneo a la instalación de el
Congreso Constituyente, un año después, el 31 de octubre de 1825 en dicha villa se sancionó la Constitución de Occidente, determinándose trasladar provisionalmente la capital a Cosalá el 28 de agosto de 1826 a causa de la revolución de los yaquis y por mayor comodidad para los habitantes.