El señor don Francisco Iriarte acusado de que estando suspenso como gobernador, había dirigido en Cosalá una representación al C. Presidente de La República, en contra del coronel Mariano Paredes Arrillaga, quien se había aproximado con sus tropas a la entonces capital del Estado sin previa información al gobierno local. El acusado acudió a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y este cuerpo lo absolvió de todos los cargos que se le imputaban, ordenando que se reinstalara en el despacho del Poder Ejecutivo.