El mazatleco Genaro Estrada Félix en el año de 1916, publicó un artículo con este nombre, el cual aparece en sus obras completas editadas por DIFOCUR-Siglo XXI, en la Colección Once Ríos del año 1988. En tal publicación este bibliófilo sinaloense hace una crítica de la calidad de las ediciones de este año, las compara con las ediciones del siglo XVI, lo que le permite aseverar que se estaba en una decadencia en cuanto a la composición tipográfica y creación editorial.
Cinco eran las principales imprentas que funcionaban en la ciudad de México y todas se dieron a la tarea de editar libros, folletos, panfletos y hojas sueltas en los que el fin principal era adular al virrey y a los más destacados funcionarios; los insurgentes recibieron injurias y maldiciones. Las autoridades lanzaron un bando en el que se anunció que los documentos insurgentes serían quemados y sus poseedores castigados como reos de alta traición.
El Arzobispo de México dirigió a los curas y vicarios de su jurisdicción la orden de que. “Digan Vms., y anuncien en público y en secreto, que el cura Hidalgo y los que vienen con él, intentan engañarnos y apoderarse de nosotros para entregarnos a los
franceses, y que sus obras, palabras, promesas y ficciones son iguales e idénticas con las de Napoleón, a quien finalmente nos entregarían; pero que la virgen de los Remedios está con nosotros y debemos pelear con su protección contra estos enemigos de la fé católica y de la quietud pública.
LIBROS MEXICANOS EN 1810.
”López Alanís, Gilberto J., Diccionario de la Independencia en las Provincias de Sonora y Sinaloa 1800-1831, AHGS, 2010.