Durante un terrible huracán que tuvo entrada precisamente por el puerto de Altata el día viernes 18 de septiembre de 1896, según lo describen los periódicos El Correo de la tarde, publicado el 26 de septiembre de ese año, N° 334, así como El Monitor sinaloense N° 301, del día 24 de septiembre del año en mención, la bahía quedó azolvada y el puerto hecho añicos.
Eso obstruyó la entrada de vapores y abrió una nueva barra frente a la desembocadura del río Culiacán, ese trágico acontecimiento, trajo consigo la debacle económica del puerto. Navidad Salazar, Teodoso, Toponimia, Geografía e Historia de Sinaloa, tomo 7, AHGS, 2011
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