Desde esta población vecina a Culiacán, que sirvió como espacio de descanso y recuperación de los males del Obispo de Sonora y Sinaloa, este se dirigió al Emperador Iturbide, felicitándolo por su exaltación al trono, en octubre 11 de 1822, todavía no recibía contestación imperial, en cambio, si recibió agradecimientos de la Emperatriz Doña Ana María Huarte y Muñíz, del Príncipe de las Indias y de la Princesa de Iturbide y del Príncipe de la Unión, Joaquín de Iturbide, padre del emperador.Diccionario de la Independencia en las Provincias de Sonora y Sinaloa (1800-1830). López Alanís, Gilberto J. (2010)
.