Jesús Manuel Ibarra Peiro

  Biografías

El despertar del domingo 19 de julio de 1987, trajo la infausta noticia; el profesor Jesús Manuel Ibarra Peiro, había muerto en un accidente automovilístico en la carretera México –Nogales, a tan solo 6 kilómetros de Guamúchil, Salvador Alvarado.

Hacía tres semanas que a invitación del entonces gobernador del estado Francisco Labastida Ochoa, había protestado el cargo de Director de los Servicios de Educación Pública en el estado de Sinaloa (hoy Secretaría de Educación Pública y Cultura).

El anhelo de retornar a su tierra persiguió por siempre al maestro Jesús Manuel Ibarra Peiro, durante todos aquellos años en que estuvo fuera de Sinaloa desempeñando siempre tareas educativas. Fue maestro en toda la extensión de la palabra. Ejerció su profesión con pulcritud y recorrió la escala desde maestro de grupo, director de escuela y supervisor escolar.

Don Alfonso Genaro Calderón Velarde, quien protestó como gobernador para el periodo 1975-1980, conociendo la hoja de servicios de Jesús Manuel Ibarra Peiro, lo invitó para que se hiciera cargo de la Dirección de Educación del Estado; así fue como el 1º de enero de ese año, protestó cumplir a cabalidad la encomienda. El destacado maestro tuvo oportunidad de demostrar a propios y extraños, de qué estaba hecho, porque conocía la pirámide educativa en su entraña; desde su base hasta su vértice.

Fue hombre de trato sencillo, amable y alegre. Serio en sus compromisos y, respetuoso de los derechos de los trabajadores de la educación, así lo reconocen y recuerdan sus colaboradores, supervisores y maestros que le trataron.

El balance de su hoja de servicios fue positivo. Al término de su gestión en el gobierno  de Sinaloa con don Alfonso Calderón Velarde, el maestro Ibarra Peiro fue llamado por el Secretario de Educación del gobierno Federal, para ocupar la Delegación de la Unidad de Servicios Educativos a Descentralizar (primero), en el estado de Yucatán; posteriormente, al descentralizarse esta dependencia, el Gral. Graciliano Alpuche, gobernador de esa entidad, lo ratificó como Director de Servicios Coordinados de Educación.

En ese cargo trabajó para terminar vicios y obsoletos sistemas que en nada ayudaban a la educación. Concluida esa responsabilidad, don Miguel González Avelar (fallecido en los primeros meses de 2013), a la sazón Secretario de Educación del gobierno federal, lo invitó a participar a Querétaro, también al frente de la Dirección de Servicios Educativos.

Iniciaba esa responsabilidad, cuando se presentó la oportunidad de regresar a su patria chica, con la misma responsabilidad, invitado por el Lic. Francisco Labastida Ochoa, que iniciaba su gestión como gobernador de Sinaloa; Ibarra Peiro no desdeñó la oportunidad que la vida le presentaba; consultó con el alto mando de la Secretaría de Educación Pública, y autorizado que fue, asumió su compromiso.

De nuevo estaba en su tierra y ese era una añeja aspiración que se cumplía; sin duda, un acto de justicia. Era un hombre maduro, con experiencia acumulada, y la puso en práctica, para bien de la educación.

La última vez que tuve contacto con él, le vi entusiasmado. Contento de estar con su gente y en la tierra que amó entrañablemente; estaba armando su equipo de trabajo con gente capaz para responder con eficacia a la confianza depositada en él, por el nuevo gobernante sinaloense.

Cabe destacar que Ibarra Peiro, aspiró a la presidencia del municipio de Salvador Alvarado. En Guamúchil, había establecido su residencia hacía ya muchos años, trabando una sólida relación con los sectores productivos y organizaciones sociales y políticas del municipio; era un hombre con el cual se podía entablar amistad de primas a primeras, ahí se le estimaba.

Al conocerse la infausta noticia, hubo consternación en los círculos políticos y sociales de la entidad, pues sin duda era hombre reconocido por su trayectoria académica, de maestro rural y servidor público; el cortejo que le acompañó a la tumba donde hoy mora, confirmó que era un ser humano de excepción; el numeroso contingente venido de varios estados del país, fue encabezado por el propio Miguel González Avelar, Secretario de Educación Pública del Gobierno Federal (su jefe y amigo).

Jesús Manuel Ibarra Peiro, nació en Pericos, Mocorito el 1 de septiembre de 1933. Estudió en la Universidad de Sinaloa, la secundaria, y en la Escuela Normal de Sinaloa se tituló como maestro. Su nombre ha quedado inscrito en aulas, bibliotecas, y escuelas, en reconocimiento a su trayectoria; un busto fue develado en la plazuela de Pericos; el Plantel del Colegio de Bachilleres de su tierra natal y escuelas primarias y un colegio, en Mérida, Yucatán, llevan su nombre. Los educadores en la transformación social de Sinaloa, Historias de vida, Teodoso Navidad Salazar, 2017.

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