Fue hijo natural. Obispo en 1810 de la diócesis de Michoacán. Nació en Santa María de Villapadre Asturias, en 1751. Desde 1784 residió en Valladolid, hoy Morelia.
En 1805 la Universidad de Guadalajara, le otorgó el doctorado en cánones, el Consejo de Indias lo designó canónigo penitenciario de la catedral de Morelia, a la que sirvió hasta 1815. En 1799 dirigió a Carlos IV una Representación al Rey, sobre inmunidades del clero, en la que expone la situación de la sociedad virreinal y advierte de los síntomas de descontento en la Nueva España; propuso la abolición general de los tributos a los indios y castas, además propuso la distribución gratuita de las tierras realengas, aparte de otorgar a los pueblos mediante una ley agraria una equivalencia de propiedad en las tierras incultas de los grandes propietarios y la libertad de establecer fábricas ordinarias de telas de algodón y lana. En 1804 se opuso al intento de Manuel Godoy de desamortizar los bienes de la Iglesia. En 1807 viajó a España a regularizar su condición de hijo natural para aspirar a mejorar su estatus dentro del clero. Se opuso al movimiento de Independencia, defendiendo la soberanía española. Fue amigo de Miguel Hidalgo y Costilla y de los conjurados en Valladolid, sin embargo el 24 de septiembre de 1810 dictó y publicó el decreto de excomunión de Hidalgo, Allende, Aldama y Abasolo por “perturbadores del orden público, seductores del pueblo, sacrílegos, perjuros, que han incurrido en la excomunión mayor del Canon”. En 1815 envió un informe a Fernando VII, denunciando los desaciertos de Félix María Calleja y la falta de prudencia de Lardizabal, ministro de Indias. Fue llamado a España para informar sobre el movimiento de la Independencia en la Nueva España, e investigarlo por sus ideas modernizadoras, se le siguió proceso por la Inquisición, acusado de ser amigo de los Insurgentes. Estuvo preso dos meses en las cárceles del Santo Oficio. La revolución de 1820 lo nombró miembro de la Junta Provisional encargada de vigilar la conducta de Fernando VII y posteriormente diputado a las Cortes por las provincia de Asturias. En 1824 el absolutismo lo encarceló en el monasterio de Sisla; murió en 1825. Una colección de sus escritos más importantes se publicó en México en 1813.