Corría la primera década del siglo XX. Meses después estallaría en nuestro país la Revolución; el primer movimiento armado de ese siglo. Precisamente ese año (1910),Alicia Verduzco Castro, llegó a este mundo y años más tarde se convertiría en una de las maestras más queridas de El Fuerte.
Cursó sus primeros estudios primarios de primero a cuarto en la escuela Benito Juárez, que funcionó en el palacio del gobierno municipal de El Fuerte; quinto y sexto grado los llevó a cabo en el colegio Progreso, de esa misma cabecera municipal.
Dotada de una vocación natural para la docencia, en 1923,empezó su carrera como maestra degrupo en la misma escuela donde había iniciado su primaria, actividad que interrumpió en 1931, al contraer matrimonio con el señor Ramón Verdugo Valdés.
Reingresó al servicio educativo en 1936, entregando 30 años a la noble tarea de llevar la luz del conocimiento a la población infantil de su tierra. En 1966, se acogió al beneficio de la jubilación al reconocerle la autoridad educativa, 38 años de trabajo docente.
Muchos recuerdos gratos guarda la ameritada maestra sobre su ejercicio profesional. Uno de ellos, haber sido profesora de la escuela en la que se formó.; otro, haber sido fundadora de la escuela Prof. JoséRentería, que entró en servicio en el ciclo lectivo 1949-1950.
El destino le negó la facultad materna, pero en cambio le dio en cada alumno un hijo al que trató con cariño, en el aula-hogar.
En sus primeros años de docencia atendió grupos de primero a cuarto año. Cuando reingresó al servicio, atendió por igual a grupos de tercero, cuarto y sexto grado.
Curiosamente y pese a sus experiencia y calidad en la enseñanza impartida, siempre actuó como profesora de grupo; sólo en forma ocasional se hizo cargo de la dirección escolar en forma interina, por que como ella misma afirmaba…me gusta estar entre los niños, que encerrada en la oficina.
De carácter amable, fue estricta con sus alumnos en el afán de que estos aprendieran, pero sin utilizar métodos violentos como castigo; la pena máxima para revoltososo desordenados, era no salir a recreo. De esta manera los discípulos inquietos por naturaleza, enmendaban su actitud y no reincidían en sus faltas; preferían portarse bien a verse privados del diario goce recreativo de la escuela.
Muchos padres de familia y alumnos que hoy destacan en actividades profesionales, han reconocido que la formación recibida por la maestra verduzco Castro fue determinante en el desarrollo de sus vidas.
Por ello, en 1972, la Asociación de Profesionistas Egresados del Instituto Politécnico Nacional, Ing. Juan de Dios Bátiz Paredes, de El Fuerte, otorgó un diploma, en reconocimiento a su labor educativa desarrollada en beneficio de la niñez.
También por sus años de servicio, la Dirección de Educación del Estado, le condecoró con la medalla al Mérito Magisterial, en ocasión del Día del Maestro.
Recordó con cariños a sus antiguos compañeros maestros, que trabajaban mañana y tarde y a los directores de la escuela que eran muy exigentes, poniendo retardo a aquellos maestros impuntuales. Entre ellos mencionó a Panchita Inzunza, Josefina Flores, Ángel Torróntegui Millán, José Mitl Guzmán, la maestra de Esquivel (no recordó su nombre) y Antonio Macario Cabrera, todos ellos de la escuela José Rentería. Entre las más destacadas evocó con especial cariño a la maestra Ángela Delgado, de amplia trayectoria magisterial.
A sus 73 años, todavía extrañando el bullicio de niños en las aulas y patios de la escuela (porque eso nunca se olvida -expresó), la maestra jubilada Alicia Verduzco de Verdugo, en 1973, atendía un puesto de abarrotes en el mercado municipal.
La muy querida maestra rindió tributo a la madre tierra el 24 de julio de 1988. Elvira Figueroa Gálvez, Los educadores en la transformación social de Sinaloa, Historias de vida, 2017, Teodoso Navidad Salazar, 2017