En este sitio fundacional de Culiacán, dentro del contexto que ocupara la Antigua Plaza de Armas, se encuentra la Catedral de Nuestra Señora del Rosario.
Construida para sustituir a la primitiva parroquia de la antigua Villa de Culiacán, que a principios del siglo XIX, ya resultaba insuficiente para las necesidades que la sede episcopal requería. Es así como se emprende la obra, colocándose la primera piedra el 22 de mayo de 1842. La obra fue interrumpida en varias ocasiones pero finalmente fue terminada en 1885.
A pesar de haber sido construida como el edificio sede para la diócesis, la Catedral de Culiacán no cumple con los requisitos especiales pertinentes para el caso, al no haberse ejecutado bajo el modelo de planta basilical, de tres o cinco naves.
Cuenta con una arquitectura neoclásica con ciertos toques de barroco. Su fachada presenta diversas incrustaciones de cantera rosada.
Hoy en día La Catedral es un símbolo muy importante que identifica a Culiacán.