Nació en la comunidad de El Chaco, el 28 de junio de 1855, en el municipio de San Ignacio. Fue trabajador en las minas de Guadalupe los Reyes, Cosalá, donde se le acusó de robar unas barras de oro por lo cual fue procesado por la justicia de la época. Logró escaparse y conformó un grupo guerrillero que asaltó en múltiples ocasiones, los minerales de la región de Cosalá, San Ignacio,
Tayoltita, Quilá, Rosario, Conitaca y Las Yedras, en Badiraguato.
Ermita en El Chaco
Los gobiernos de Sinaloa y Durango pusieron precio a su cabeza ofreciendo 10 mil pesos por su entrega, vivo o muerto. No obstante la fama de los jefes militares que le persiguieron, entre ellos Ángel Martínez y Domingo Rubí, que habían sido galardonados por su destacada participación durante la lucha de intervención francesa, su captura no les fue fácil, ya que la leyenda creada en torno a su figura y correrías, lo señala como un bandido generoso, es decir, robaba a los ricos y ayudaba a los pobres. Se le considera uno de los precursores de la Revolución de 1910, en Sinaloa y Durango. Su grupo armado fue bautizado como “Ejército Renovador” y él, se ganó el mote de “El Rayo de Sinaloa”, por la rapidez con que actuaba en los asaltos a las minas o casas de los ricos de la época. Lanzó el Plan de la Rastra, en 1885. Luchó contra las injusticias de la época porfirista. Fue muerto en los primeros días del mes de enero, de 1888.Toponimia, Geografía e Historia de Sinaloa, tomo V, Archivo Histórico General del Estado de Sinaloa, 2007, Teodoso Navidad Salazar.