Edificio que se encuentra en la esquina que forman las calles Rafael Buelna y Teófilo Noris, al poniente de la Plazuela Rosales.
La construcción estuvo a cargo del Ingeniero Luis F. Molina, a finales del porfiriato. Cuyo destino fue casa habitación del General Francisco Cañedo y su esposa doña Francisca Bátiz y Bátiz, quienes la destinaron como su hogar. En dicho domicilio murió el gobernador Francisco Cañedo el 5 de julio de 1909 a consecuencia de una pulmonía.
Gral. Francisco Cañedo
Cuenta la gente que bajo la casa había un túnel por el cuál Malverde, el bandido generoso, se introducía al domicilio para robar cosas de valor y repartirla entre los pobres.
Al triunfo de la Revolución, la ocuparon las fuerzas del Ejército Constitucionalista, al mando del coronel Aarón Sáenz, y otros, quienes organizaron bailes y reuniones en la que fuera casa particular de un gobernador porfirista.
En dicha edificación pernoctó el general Venustiano Carranza, en su visita a Culiacán como jefe del Ejército Constitucionalista. Años más tarde la vieja casona funcionó como internado de estudiantes del Colegio Civil Rosales y después de la Universidad de Occidente.
En 1928 se instaló ahí la Escuela de Mujeres, número cuatro.
Fue en este mismo lugar donde se realizaron las primeras transmisiones de radio de la ciudad por Enrique Maximiliano Gómez Blanco, en el año de 1936.
Pedro Infante cantó por primera vez en radio, acompañado de las guitarras y voces de Enrique Sánchez Alonso “El Negrumo” y Fausto Miller, miembros todos ellos de la “Orquesta Estrella” en el año 1939.
En los años cuarenta, el edificio sufrió una modificación, se le agregó un segundo piso.
En este emblemático lugar, también funcionó el Internado del Estado con su famosa banda de música denominada “Los Azulitos”, que amenizaban los eventos culturales y particulares de la sociedad “culichi”.
Hoy alberga dos instituciones de gobierno del Estado: El Instituto Sinaloense de la Juventud y El Instituto del Deporte. En sus enormes corredores se presentan aun festivales culturales y deportivos
Una respuesta a «Internado del Estado»;
Me pueden alludar con una adolescente incorrejible