Fue una distinguida maestra que sirvió con profunda pasión y profesionalismo. Entregó la mayor parte de su vida al servicio educativo y comunitario. Su trabajo y trayectoria dignificó el papel del maestro.
Nació en Topia, Durango, el 8 de julio de 1911, en plena efervescencia revolucionaria. Siendo muy niña, su familia se trasladó a Culiacán. En la escuela Josefa Ortiz de Domínguez realizó sus estudios de primaria; los de secundaria y profesional, los llevó a cabo en el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio, institución que le otorgó el titulóde maestra normalista.
Siendo una adolescente y únicamente con estudios de primaria se inició como maestra en la comunidad de El Bolsón, sindicatura de Navolato (entonces era municipio de Culiacán). Posteriormente se le ubicó en Otameto, en la misma sindicatura. Dos ciclos escolares después la autoridad la envió a La Lima, comunidad cercana a la ciudad de Culiacán (hoy es una colonia de la capital). Después ejerció con gran entrega su trabajo docente en las escuelas Recursos Hidráulicos,Ponciano Arriaga y Benito Juárez en la ciudad de Culiacán.
Por su profesionalismo y méritos propios fue ascendida a directora y posteriormente a supervisora de educación primaria. Incansableluchadora social y promotora de la educación en la zona rural que le correspondió coordinar, jamás descuido el respeto a los derechos de los maestros.
Fundó escuelas en varias comunidades del municipio de Culiacán, que fueron atendidas por maestros municipales. Aquellos que tuvieron la fortuna de trabajar a su lado, recibieron siempre palabras de aliento en el desempeño de su labor, motivándolos a superarse profesionalmente para servir mejor a los niños y a la sociedad. Muy útiles fueron los centros de cooperación pedagógica organizados en su zona escolar. Fueron verdaderos talleres donde se forjaron muchos maestros rurales.
La maestra Isabel Ánzar de Flores fue una maestra entregada a su trabajo. Con gran sentido humanitario orientó a sus alumnos y maestros a ser mejores ciudadanos. 49 años de servicio son prueba plena de su perseverancia y dedicación. Causó baja por jubilación en 1970.
La maestra Chavelita expresó que…el maestro es pieza fundamental para que los pueblos salgan del atraso. Debemos trabajar más, a favor de los pueblos marginados.Aconsejó también –no abandonen las comunidades, acerquémonos más a ellas. El maestro debe seguir siendo líder del pueblo; no renunciemos a esa responsabilidad social. José Luis López Arciniega, Los educadores en la transformación social de Sinaloa, Historias de vida, Teodoso Navidad Salazar, 2017.