CORREOS EN LAS PROVINCIAS DE SONORA Y SINALOA

  Estado de Occidente

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Álamos, Sonora.

Los antecedentes más antiguos sobre el establecimiento del servicio de correos se remontan a la segunda mitad del siglo XVII, en que se inició el sistema llamado de “cordilleras” establecido por las autoridades españolas para comunicarse con sus subalternos. La autoridad principal, civil o eclesiástica, dirigía un pliego circular al subalterno más inmediato, éste lo copiaba, tomaba razón en el original de haberlo así ejecutado y la enviaba enseguida al inmediato, hasta que completaba la lista de lugares anotadas marginalmente y regresaba al lugar de origen. También conducían la correspondencia las conductas que periódicamente salían transportando los productos de oro y plata de los minerales en dirección a las respectivas Casas de Ensaye y así, proseguían rumbo a la capital del virreinato. La primera ruta periódica de correos se estableció en 1762, durante la gestión del Gobernador Tienda de Cuervo, desde San Miguel de Horcasitas hasta Guadalajara, debido a la cooperación económica de diversos sectores en la forma que a continuación se expresa: El correo salía mensualmente de Horcasitas, por Mátape y San Antonio de las Huertas, en dirección a Álamos. El sostenimiento se reguló en $490.00, por cuya cantidad un vecino de la primera población se obligaba a verificar dicho recorrido periódico. La erogación se cubrió con la suma de $150.00 que pagaban las Misiones de la Compañía de Jesús; otra cantidad igual por el Gobernador y los Capitanes de los Presidios a sus órdenes y el resto por los vecinos comerciantes de San Antonio. El conductor estaba obligado a tocar los dos lugares intermedios de ida y vuelta y a recoger y entregar la correspondencia a la autoridad local, debiendo circular libre de portes. Nueve vecinos de Álamos se hicieron cargo de pagar otro enviado que ejecutara igual movimiento entre dicha población y Culiacán; así mismo lo ejecutaron los vecinos de Culiacán para pagar al conductor de allí al Mineral de El Rosario, y una cuarta sección se estableció entre este mineral y Guadalajara. Para cubrir la última, el gobernador ayudó con la cantidad de cuarenta pesos y se calcularon las distancias y los días de recorrido, en relación con un viaje mensual. Debido a suspensiones presentadas los vecinos de El Mineral del Rosario, restablecieron el correo de Álamos a ese punto y hasta Guadalajara, se comprometieron a sostenerlo por el término de un año, detalle que motivó para suspenderlo. Así todavía funcionaba durante la etapa independiente con mínimas variantes de interconectar lugares de Sonora y parte de Chihuahua. López Alanís, Gilberto J., Diccionario de la Independencia en las Provincias de Sonora y Sinaloa 1800-1831, AHGS, 2010.

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