Esta finca fue originalmente conocida como La Casa de la Tercena, por ser depósito donde se guardaban los estancos (monopolios) sobre vinos, tabacos y naipes del gobierno colonial, y que solamente de aquel lugar podían expenderse al mercado.

Por esta circunstancia la calle tomó el nombre de la calle de la Tercena, cambiando enseguida por calle Real y finalmente por general Antonio Rosales.

Bello edificio que conserva su arquitectura original

Se cree que este edificio sea el más antiguo de Culiacán, originalmente construido de adobe y de una sola planta, data alrededor del año 1700.
En fecha posterior al virreinato, la casa fue adquirida por el clero y después por Ángel Fabela.
En 1873 se terminó de construir la segunda planta, rentándose para vivienda los cuartos con vista a la calle, en tanto que las piezas interiores se destinaban para almacén.
El señor Fabela otorgó arrendamiento del segundo piso al Colegio Nacional Rosales. Posteriormente, el inmueble lo adquirió el doctor Ramón Ponce de León, quien a su vez se lo vendió al gobernador ingeniero Mariano Martínez de Castro en febrero de 1882.

En 1885, la finca fue destinada a ser residencia de los supremos poderes del estado, años después los poderes Legislativos y Judicial adquirieron edificios propios, en tanto que la Tercena continuó siendo sede del Poder Ejecutivo hasta 1962. En este último año la Procuraduría de Justicia del Estado ocupó el edificio hasta el año 2000 cuando se traslada a nuevas instalaciones cerca del malecón.

Cuando la procuraduría abandonó La Tercena, muchas fueron las instituciones gubernamentales que coqueteaban con la idea de quedarse con edificio, pero fue a través de múltiples gestiones ante el gobernador Juan. S. Millán Lizárraga que el Archivo Histórico General del Estado de Sinaloa logró instalar su sede en este emblemático inmueble desde el año 2000 a la fecha.

Su primer director fue el maestro Gilberto Javier López Alanís (1999-2021), actualmente la Maestra Natalí Gaxiola Soto (2021-presente)