El 5 de octubre de 1978 arrancaron finalmente las obras de la Unidad Administrativa; ese día ante una numerosa concurrencia representativa de los sectores de la vida activa de Culiacán el Gobernador Alfonso G. Calderón dio el banderazo que  ponía en marcha una obra cuya trascendencia iba más allá del propósito de una mejor administración pública, pues había pasado a convertirse en un detonador del desarrollo urbano de  nuestro Culiacán y a su terminación un símbolo que bien merece la capital de Sinaloa.

El conjunto de la Unidad Administrativa esta desarrollado sobre una superficie total construida incluyendo los niveles de los edificios de 140,785 M2, a la cual limitan al norte la calzada de los Insurgentes, amplia vía de circulación que cuenta con 8 carriles y camellón central; misma que además servirá de un paso más para el tráfico de vehículos del oriente y centro de la Ciudad hacia el valle agrícola de Culiacán; al sur se encuentra la avenida Lázaro Cárdenas que es otra vía de acceso a la Unidad y que al entroncar con la calle Nicolás Bravo conecta el sur de la ciudad con los poderes Ejecutivo y Judicial. La Unidad queda también limitada por 2 cortas calles; la Aguilar Barraza al oriente y la 16 de Septiembre al poniente.

Cuenta el edificio con un balcón en el lado poniente del mismo y  a la altura del cuarto nivel; en donde se localiza la campana; réplica de aquella que el cura Miguel Hidalgo repicara para llamar al pueblo de México a luchar por su independencia.

El edificio dispone de un patio central de 1,500 metros de superficie, zona que permite la iluminación a cada nivel y proporciona el sabor colonial que dan estos espacios interiores.

La plaza cívica denominada Plaza de la República tiene una superficie de 11,500 M2 con un cupo para 45,000 personas que ahora podrán disfrutar su fervor patrio en condiciones más apropiadas.