Maestro normalista y licenciado en derecho, el destacado maestro nació en Escuinapa de Hidalgo, el 15 de mayo de 1905. Realizó estudios de primaria en su pueblo; la secundaria y normal los llevó a cabo en el Colegio Civil Rosales; en la Universidad de México, se tituló como abogado.
Se desempeñó con gran sentido nacionalista, destacando su vocación magisterial y sentido humanista. Inició desde el primer peldaño, como maestro auxiliar, profesor de enseñanza general, dependiente del departamento de Enseñanza Técnica Industrial, profesor categoría A, de enseñanza vocacional, ayudante de laboratorio en la en la Escuela Secundaria Nocturna N° 11; maestro de grupo adscrito a la escuela Hijos del Ejército, director de escuela y supervisor escolar.
Impartió clase en los internados “Ejército Nacional”, en la ciudad de México, y “Melchor Ocampo”, en Pátzcuaro Michoacán. En la Escuela Normal del Colegio Civil Rosales, fue maestro titular de las cátedras de psicología aplicada a la educación y nociones de economía política. Dentro de la administración pública se desempeñó como Director General de Educación en dos ocasiones; la primera en 1947, en el gobierno del Gral. Pablo Macías Valenzuela; la segunda, en el gobierno de Enrique Pérez Arce, etapa en la que, la escuela Normal, se separó de la Universidad de Sinaloa. Durante el gobierno de Rigoberto Aguilar Pico, colaboró como Oficial Mayor de Gobierno.
Al destacado maestro Salas Barrón se debe la creación del reglamento para el funcionamiento de la Dirección General de Educación del Estado, así como del reglamento de la Escuela Normal del Sinaloa, de la que fue fundador y catedrático por más de treinta y cinco años. Su última responsabilidad oficial, en el ramo educativo, fue la de director del Centro N° 23 del Instituto Federal de Capacitación del Magisterio, institución que ayudó a titularse a centenas de maestros en servicio, que no habían podido hacerlo.
Dentro de los múltiples reconocimientos recibidos están las Medalla al Mérito Magisterial “Rafael Ramírez” e “Ignacio Manuel Altamirano”, otorgada por el gobierno del estado y el gobierno federal, por treinta y cuarenta años, respectivamente, al servicio de la educación. La obra del insigne maestro perdurará a través del tiempo, porque cincuenta años al servicio de la educación no son poca cosa. Su trabajo trascendió y hoy se le ubica en la galería de maestros que han contribuido a la forja de este maravilloso país. Isidro Salas Barrón falleció el 12 de noviembre de 1982.